Los líderes de festivales europeos aseguraron sentirse preocupados por el Brexit. Esto, porque la decisión política podría provocar que menos artistas británicos puedan participar en eventos musicales.
La decisión del primer ministro, Boris Johnson, falló al momento de conseguir viajes libres de visa, por lo que los costos de los tour podrían subir considerablemente.
A comienzos de este mes, el Secretario de cultura inglés, Olvier Dowden, culpó a la Unión Europea (UE) por la situación. Esto, luego de que el gobierno de Inglaterra rechazara una propuesta de la UE que permitía a los artistas entrar a otros países de Europa sin costos por 90 días.
Sin embargo, NME reveló que la UE negó las acusaciones, asegurando que ellos rechazaron las «ambiciosas» propuestas de la administración de Johnson. Además, en un comienzo la UE habría propuesto un trato por 30 días, a diferencia de lo que declararon las autoridades británicas.
Ahora, los líderes de festivales europeos y diferentes artistas, aseguraron sentirse preocupados y enojados con la situación. Las compañías de «vieja isla», están pidiendo al gobierno que solucione la situación de forma seria.
Las preocupaciones llegarían porque esto se podría traducir en una menor promoción para las iniciativas artísticas británicas.
Un conflicto con Europa
Eric Van Eerdenburg, director del legendario festival Lowland de Países Bajos, aseguró que los «costos extra, las visas, carnets, papeleo y burocracia puede ser horrible y muy limitante para los ingleses».
«Obviamente, la industria musical británica es muy importante para los mercados europeos. En Países Bajos, la mayoría de las bandas que agendamos son del Reino Unido», aseguró Eerdenburg.
«Sin embargo, las bandas europeas son cada vez más populares. Quizá esto sirva como impulso para las pequeñas bandas al exterior de Inglaterra, debido a que ahora es bastante difícil salir de allí«, agregó.
Probablemente los organizadores probablemente encontrar una respuesta para la complicada situación. Aún así, Eerdenburg hizo un llamado a que los gobiernos pongan de lado sus diferencias para encontrar una solución.