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¿Qué diferencia a los terremotos chilenos del destructivo sismo 7.0 de Grecia y Turquía?

Se trata de fallas superficiales, de las cuáles el foco del terremoto está muy cerca de las zonas donde están las construcciones. Por lo tanto, la trayectoria de la onda sísmica es mucho más corta que la que tiene que hacer en un típico terremoto de subducción chileno.

terremotos

Se trata de fallas superficiales, de las cuáles el foco del terremoto está muy cerca de las zonas donde están las construcciones. Por lo tanto, la trayectoria de la onda sísmica es mucho más corta que la que tiene que hacer en un típico terremoto de subducción chileno.

Este viernes a las 14.40 (hora local) la tierra comenzó a moverse en el mar Egeo y en las Islas Griegas. El epicentro se situó a 12 kilómetros de la costa turca y a unos veinte de la isla griega de Samos, con una magnitud de momento de 7.0, cuyo hipocentro se ubica a una profundidad de 21 kilómetros. Es justamente esta última característica lo que lo hace destructivo en una zona típicamente sísmica de Europa, además, en Turquía confluyen varias placas tectónicas y está atravesada por dos fallas.

“El sismo de Samos fue generado por el movimiento de una falla cortical de orientación este-oeste en la placa de Anatolia, específicamente en la región del mar Egeo a 300 km norte de la zona de subducción de las Islas Helénicas. Esta zona está caracterizada por varias fallas normales de carácter tensional que conforman una estructura conocida como el rift del Egeo”, explica el Dr. Gabriel González, profesor de Geología UCN y subdirector CIGIDEN.

Las fallas, de acuerdo al experto, tienen una expresión notable en el relieve de la zona de Turquía y Grecia ubicada al este del epicentro del terremoto de Samos. Esta zona es conocida por su intensa actividad tectónica producto de la migración y estiramiento en dirección suroeste de la placa de Anatolia, la cual resulta del escape lateral hacia el oeste de la colisión que da origen a las montañas de Irán. “La compleja situación tectónica de esta región explica su gran actividad sísmica”, comenta el geólogo. En efecto, el más grave terremoto que afectó la zona en las últimas décadas fue en 1999, de magnitud 7,6 y provocó más de 17.000 muertos en las cercanías de Estambul.

Fallas superficiales

¿Pero qué diferencia a los terremotos chilenos con el ocurrido el viernes en Turquía y Grecia? El Dr. Rodrigo Cienfuegos, director de CIGIDEN y académico de Ingeniería UC, explica en T13, que las características de este terremoto son muy distintas a lo que en Chile estamos acostumbrados. “Se trata de fallas superficiales, de las cuáles el foco del terremoto está muy cerca muy cerca de las zonas donde están las construcciones. Por lo tanto, la trayectoria de la onda sísmica es mucho más corta que la que tiene que hacer en un típico terremoto de subducción chileno”.

Gabriel González, complementa, que los sismos chilenos, por lo general ocurren en la zona de subducción y por fallas compresivas debido a la convergencia (choque) de las placas de Nazca y Sudamericana. “Por lo tanto, estos suelen ser más profundos, aunque de vez en cuando ocurren fallas corticales, como el caso del sismo de las Melosas de 1958 en la Región Metropolitana. Además, los terremotos destructivos en Chile superan magnitudes de 8.0. De este modo se puede decir que hay muy poco en común entre este sismo y los terremotos chilenos”, afirma el geólogo.

Pero también existe un segundo factor, agregó Cienfuegos, es que nuestras construcciones y norma sísmica está mejor preparada, estamos construyendo hace décadas con muros mucho más resistentes, como el caso de mucha infraestructura que vimos colapsar en países europeos. Por otro lado, el terremoto en Europa fue generador de un tsunami menor, pero que generó destrucción.

“El terremoto genera esta perturbación en la superficie del océano y después se propaga, al igual que una piscina cuando lanzas una piedra. En el caso de la costa turca y griega entró un flujo de agua de un metro de alto, versus hasta 10 metros del terremoto de 27F en Chile, como para dimensionar la magnitud, explicó el académico de Ingeniería UC.

Finalmente, el director de CIGIDEN señaló que las lecciones de este terremoto en Europa, es que un movimiento fuerte –más de 30 segundos o un minuto y es intenso de manera que nos hace difícil mantenerse en pie– es la primera señal para la evacuación. “Como vimos la propagación y la inundación por tsunami fue muy rápida, como también ha sido en el caso de Chile, por lo tanto, si estamos en zonas bajas en la costa hay que autoevacuar inmediatamente”, concluye.


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