ENTREVISTAS

Sindicato Metro y aniversario del 18/O: «Esperaría que nadie utilice el metro para ningún tipo de reivindicación»

El presidente del sindicato, Eric Campos, dice que “ni en dictadura nos habían prohibido a los trabajadores entrar al Metro con nuestras propias credenciales”, a propósito de sus protestas de ayer.

Eric Campos

Hoy en Palabra Que Es Noticia conversamos con Eric Campos, presidente del sindicato de Metro, a propósito de las protestas del gremio que ayer interrumpieron el anuncio de reapertura que daba el presidente Sebastián Piñera.

Sobre eso, Campos declara que “ni en dictadura nos habían prohibido a los trabajadores entrar al Metro con nuestras propias credenciales. Queríamos entregar una carta porque tenemos problemas graves de diálogo, y resolver cuestiones graves que están pasando en Metro: el déficit financiero de $100 mil millones que hay en la empresa, por ejemplo”.

“Nosotros nos bajamos el sueldo y renunciamos al pago de algunos bonos, y lo que hacen los gerentes es ajustar la plantilla de subcontrato. Me da vergüenza las respuestas que se dan en la prensa diciendo que Metro no ha despedido a nadie. Claro, no han despedido a nadie de planta, pero han despedido a 1.500 trabajadores subcontratados: cajeros, asistentes de servicio y en agosto se hizo un despido masivo de personas del aseo, estimamos entre 400 y 600 personas de un universo que debe ser poco más de 1800 personas”, agrega.

Y profundiza sobre esto último, pues la falta de personal de aseo podría significar riesgo de contagio en algunas estaciones: “Se suspendió el aseo nocturno, lo que quiere decir que cuando se ingrese en la mañana la estación no va a estar limpia ni en condiciones sanitarias (óptimas por la pandemia)”.

El dirigente sindical cree que a la gerencia de Metro le “ha faltado capacidad de diálogo y competencias para dirigir (la institución). Dirigir una empresa del Estado no es lo mismo que una privada, porque en las del Estado hay un sindicalismo activo y dialogante. Pero el directorio no ha recibido nunca al sindicato para discutir. Segundo, porque se toman decisiones del punto de vista económico y que no toman en cuenta el impacto social”.

De cara al primer aniversario del estallido social, para el que queda menos de un mes, Eric Campos dice que siguen teniendo “la misma demanda que toda la ciudadanía de saber qué grupo -organizado o no quemó- las estaciones del metro. Hasta ahora no conozco los culpables de la quema de la línea 4”.

“No le quiero atribuir intenciones a nadie, pero la ciudadanía después de octubre ha tenido un proceso de revalorización social de lo que significa el metro en sus vidas. Esperaría que nadie utilice el metro para establecer ningún tipo de reivindicación”, remató.


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