ENTREVISTAS

María Esther Zamora: “La cueca era para los curados, pero Álvaro Henríquez la revitalizó”

“Supo reencantar a los jóvenes, y ahora (la cueca) entró por una puerta ancha por la que nunca tuvo que haber salido”, dice la faraona de las cuecas sobre el trabajo de Henríquez.

María Esther Zamora

Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con María Esther Zamora, conocida como “la faraona de las cuecas” y dueña de La Casa de la Cueca en Avenida Matta. Según ella, “las cuecas reavivan el alma y son una vitamina”.

De hecho, precisa que antes “la cueca era para los curados, pero Álvaro Henríquez la revitalizó (…). Él supo reencantar a los jóvenes, y ahora entró por una puerta ancha por la nunca tuvo que haber salido”.

Según cuenta Zamora, es “primera vez que las puertas de La Casa de la Cueca están cerradas. Seis meses sin trabajar… nosotros no tenemos doble estándar, somos artistas, nuestra pega es el escenario y La Casa de la Cueca que una vez al mes se llena de juventud estaba ávida porque la gente ama la cueca. Las clases de cueca son durante todo el año”.

Y hace pocos días falleció David Castañeda, baterista de La Casa de la Cueca que tocaba con María Esther Zamora. Para ella, esto fue “la pena más grande. Imagínate el año pasado perder al Parquímetro (Briceño, trombonista), con quien estuvimos 10 años juntos sin separarnos… ya no éramos amigos músicos o artistas, éramos familia. Son penas que no tienen parangón, se nos desgrana el choclo… así lo veo, hemos sufrido enormemente”.


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