ENTREVISTAS

Cristián Warnken: Piñera no es un buen dialogante, “es avasallador y le ha faltado escucha”

Cuando el escritor entrevistó al presidente, dice que “sentía que el presidente me estaba contestando lo mismo que contestaba siempre en todas las entrevistas”.

Cristian Warnken

Hoy en Palabras Sacan Palabras conversamos con Cristián Warnken, escritor y columnista. A horas de anunciado el histórico Premio Nacional de Literatura 2020, Elicura Chihuailaf, dice estar “muy contento de que lo haya ganado” y valora el trabajo del poeta mapuche: “Es una maravillosa poesía”.

Y esta victoria de Chihuailaf se da en plena tensión del conflicto en el Wallmapu. Frente a este paralelo, dice que “lo que le ha faltado a la política es coraje y visión. El Estado chileno ha fracasado, los sucesivos gobiernos, los partidos políticos, todos han sido responsables de un fracaso, dejar botado y chutear el problema para adelante. Lo que ha fracasado en la política tal vez en la poesía y el mundo literario no fracasa: el diálogo entre el mundo mapuche y el chileno se ha dado en la poesía con mucha potencia siempre. Pero no ha sido así en el mundo político”.

En un ciclo de entrevistas para Icare, Warnken ha entrevistado en esta pandemia a autoridades importantes como el presidente Piñera y el exministro Mañalich. Sobre el primero, dice que “refleja lo que estamos hablando, que es difícil dialogar y conversar”.

“Yo no quería maltratar la figura del presidente, porque pese a que soy opositor al gobierno de Piñera él es el presidente elegido por los chilenos. Traté siempre de hablar del respeto en la conversación. Pero un poco la ansiedad mía era perder el control de la entrevista. Yo había visto varías entrevistas que le habían hecho entrevistadores connotados -yo no soy un entrevistador político- y me daba cuenta que él a los 10 minutos ya dominaba la conversación completamente, la manejaba y el entrevistador se iba chupando”, confiesa el escritor.

Va más allá, y dice que le tocó “vivir dos tsunamis: El tsunami Mañalich y el tsunami Piñera. En el primero se me criticó el hecho de entrevistar a Mañalich como si fuera un asesino en serie”. “Sin embargo, lo que pasó con esa entrevista fue que Mañalich escuchaba las preguntas, se colocaba en el lugar y no contestó cosas obvias. Eso hizo que la entrevista fuera muy interesante”, precisa.

En cambio, con Piñera fue “al revés”: “Yo sentía que el presidente me estaba contestando lo mismo que contestaba siempre en todas las entrevistas, que era lo que yo no quería. Quería que saliera algo nuevo, que pensara en vivo, no que coloque el ‘play’ no más”.

“Entonces en la primera se me criticó por complaciente y en la segunda por haber sido exigente o demasiado incisivo y rudo con el entrevistado. Son cosas de este género de la conversación”, concluye.

¿Es un buen conversador o dialogante el presidente Piñera? “No”, dice Cristián Warnken tajante. “Hay que decirlo con toda honestidad. Es una persona muy inteligente, va más rápido que tú en la conversación, como que viene de vuelta y se aburre. Es muy rápido mentalmente, y por eso tiende a ocupar rápidamente toda la escena y ha inhibido a sus propios ministros muchas veces. Es avasallador, y le ha faltado escucha. Esa es responsabilidad de él y sus asesores. Yo quería que él escuchara algunas cosas y ver qué decía a esas críticas sin que las escabullera con frases floridas, y era posible que con esa presión saliera lo mejor de Piñera. No quería que saliera lo peor. Y creo que salió lo mejor, porque en algunos momentos se mostró más vulnerable y honesto que otras veces”.


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