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Pausa pedagógica: ¿Por qué es importante y como deberíamos aprovecharla?

El acuerdo entre las municipalidades y el Mineduc consiste en un descanso durante el mes de julio idealmente, y una semana de vacaciones en el mes de septiembre.

El acuerdo entre las municipalidades y el Mineduc consiste en un descanso durante el mes de julio idealmente, y una semana de vacaciones en el mes de septiembre.

Luego de cinco meses de clases a distancia debido a la proliferación del Covid-19, y en días en que se debieran estar desarrollando las vacaciones de invierno, la Asociación de Municipalidades de Chile, la Asociación Chilena de Municipalidades y la Asociación de Municipios Rurales llegaron a un acuerdo con el Ministerio de Educación para realizar dos recesos en el calendario académico. La primera pausa se llevará a cabo durante los próximos días, mientras que en septiembre se otorgará una semana de vacaciones de Fiestas Patrias, reconociendo así, el enorme esfuerzo que ha hecho la comunidad educativa en su conjunto.

En marzo, las clases online tomaron por sorpresa tanto al cuerpo docente como a los estudiantes, lo que ha traído aspectos negativos como la desconexión de la riqueza del aprendizaje colaborativo, la desvinculación de la comunidad y la interacción espontánea, así como también el aprender haciendo y las experiencias extra aula. En lo positivo en tanto, “ha despertado la necesidad de actualización a los docentes en nuevas acciones didácticas y metodologías de aprendizaje, poniendo retos para la innovación en educación y además, ha ayudado a calibrar el currículum hacia lo realmente esencial en todas las asignaturas, lo que es muy buena noticia”, explica Marcelo Arriagada, consultor pedagógico Ziemax.

En este contexto, donde aún no están definidos los nuevos planes de estudio en torno a la implementación presencial del currículum transitorio, “es importante tomar todos los descansos que ayuden a la contención socio emocional de los docentes, estudiantes y sus familias”, señala Arriagada. Asimismo, añade que durante la contingencia “se debe abordar el desarrollo emocional de estudiantes en relación al aprendizaje, lo que se favorece por instancias de descanso y desconexión como las que se proponen”.

En estas dos semanas, de pausa y de vacaciones respectivamente, “lo más importante para los niños y niñas será el aseguramiento de la salud emocional, por lo que estos espacios de recesos deben asegurar la desconexión”, puntualiza Marcelo Arriagada, quien de igual forma aconseja continuar con los hábitos de lectura, por ejemplo, visualizándolo siempre como una instancia de entretención que apoya el aprendizaje, contribuye a la felicidad y a aumentar su capital cultural.


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