ACTITUD FUTURO

Morir de hambre o suicidarse: las dramáticas opciones de Neil Armstrong si era abandonado en la Luna

Los astronautas del Apolo 11 estaban conscientes de que había probabilidades de que la misión fracasara y que la muerte era una posibilidad.  

Neil Armstrong hambre

Los astronautas del Apolo 11 estaban conscientes de que había probabilidades de que la misión fracasara y que la muerte era una posibilidad.  

Este 20 de julio se cumplen 50 años del día en que el hombre llegó a la Luna. Medio siglo en que la visión de la humanidad cambió por completo y en el que Neil Armstrong pasó a la historia como el primer ser humano en pisar suelo lunar.

Finalmente fue todo un éxito y es uno de los hitos de la humanidad. Sin embargo, debido a lo inédito y riesgoso del viaje, muchos lo veían como una misión suicida donde había más probabilidades de fracasar que de alcanzar el objetivo.

“Nos daban al menos un 90% de posibilidades de regresar con vida y un 50% de conseguir alunizar”, dijo Armstrong en una oportunidad sobre el viaje del que estaba consciente de que podría no volver con vida.

Aunque todos trabajaban para que la misión fuera un éxito, el gobierno de Estados Unidos tenía un protocolo que debían activar si es que ocurría una tragedia.

Si la NASA informaba que los astronautas no podían volver a la Luna, Richard Nixon, presidente de Estados Unidos en ese momento, debía leer un discurso informando sobre la muerte de Neil Armstrong y Edwin Aldrin.

La carta fue escrita por William Safire, responsable de la mayoría de los discursos del fallecido mandatario estadounidense. “El destino dictó que los hombres que fueron a explorar la Luna en paz, descansarán en la Luna en paz”, partía el documento que afortunadamente Nixon nunca debió leer.

En caso de desastre, los astronautas “serían abandonados en la Luna” y solo tendrían como opciones “morir de hambre o suicidarse”, reveló Safire en una entrevista décadas después.

En el programa de la NBC ‘Meet The Press’ en 1999, Safire señaló que la parte más peligrosa de la misión, era conseguir que el módulo lunar volviera a ponerse en órbita y se uniera a la nave de mando, según informa El Mundo.

“Pero en caso de que no pudieran, tendrían que ser abandonados en la Luna, abandonados a la muerte. Los astronautas acabarían por morir de hambre o tendrían que suicidarse”, señaló.

Michael Collins, fue el astronauta que a diferencia de Armstrong y Aldrin, no pisó la Luna ya que debía quedarse esperando en el módulo de comando. El tripulante reconoció que temía que no volviera a verlos más.

“Mi miedo secreto desde hace seis meses ha sido dejarlos en la Luna y regresar solo a la Tierra”, dijo Collins quien debió orbitar la Luna por 22 horas a la espera de sus dos compañeros.

“Si no consiguen despegar o se estrellan, no voy a suicidarme. Volveré a casa, pero seré un hombre señalado durante el resto de mis días, lo sé”, reconoció en su momento.

Afortunadamente nada de eso pasó y la misión del Apolo 11 se convirtió en un éxito y un hito en la historia de la humanidad.


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