MALDITO ROCK AND ROLL

RESEÑA // Black Label Society en Chile: A la segura

Zakk Wylde y sus músicos se instalaron en el Teatro Caupolicán para realizar su conocida y exitosa fórmula rockera.

Zakk Wylde y sus músicos se instalaron en el Teatro Caupolicán para realizar su conocida y exitosa fórmula rockera.

Por Diego Puebla
Fotos: Roberto Vergara

Nueva visita ilustre para la escena rockera tradicional a cargo de Zakk Wylde y su banda Black Label Society. Cinco años pasaron para el regreso de la agrupación que ya tiene 21 años de carrera, para promocionar su última producción “Grimmest Hits” del 2018. ¿Parece decir “grandes éxitos” en inglés? Así es, pero no es una recopilación, Wylde lo hizo para confundir porque este trabajo es de canciones originales.

La excusa fue esta placa en un show de una hora y cincuenta minutos, donde cuatro composiciones son de “Grimmest Hits” al igual que “The Blessed Hellride” (2003) con cuatro también, ejecutadas de gran manera, demostrando el disco comercialmente más exitoso de BLS. Bien “sponsoreados” además, mostrando el nombre del conjunto en el bombo, chaquetas, banderas, lienzos, etc.

Utilizan muy bien los recursos audiovisuales, para seguir posicionando una “marca” presente en la mayoría de los inconscientes del rockero tradicional, amante de los riffs, los extensos solos, baladas desde un teclado, las cadenas y las chaquetas de cuero.

En base a esta fórmula se presentó a eso de las 21:00 horas. Con un telón que cayó apenas terminó la mezcla de “Whole Lotta Love” con la voz de una canción de Black Sabbath, comenzaron las 17 canciones que sin pausas mostró siete de sus discos en diversas muestras como “Bleed For Me”, “In This River” con dos lienzos con la cara de los hermanos Abbott para homenajearlo, finalizando con la hitazo “Stillborn” con una baja pero entusiasta asistencia de público para el teatro, se desarrolló el concierto que pasó por canciones de solos rápido, luego una sección de baladas para terminar con lo más aclamado y conocido del repertorio.

Con 30 años en el profesionalismo, llegó a tocar con Ozzy Osbourne en una anécdota que le cambió la vida. Durante un concierto de Zyris (banda amateur de Zakk Wylde), dos famosos fotógrafos, Mark Weiss y Dave Feld, quedaron maravillados por cómo tocaba Zakk. Ofrecieron una sesión al músico y lo animaron para que se presentara a una audición para el «Príncipe de las Tinieblas». Zakk, que trabajaba en una gasolinera, decidió asistir. Llegó el momento, tocó algunas canciones de Ozzy y algo de material acústico. A los días lo llamó Sharon, esposa y mánager de Osbourne, preguntándole si quería entrar en la banda. Aceptó el ofrecimiento y desde ese día Jeffrey Phillip pasó a ser Zakk Wylde.

Desde ese día el melenudo sabe de la industria y de cómo emocionar a su público con herramientas que lo posicionan como uno de los guitarristas más influyentes, e importantes dentro de la música pesada. Zakk Wylde y sus músicos se fueron a la segura en un show pulcro y sin sorpresas.


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