La cuarta película de los Vengadores de Marvel cierra el camino de una década y nos emociona como ningún otro relato de superhéroes en el cine.
Por Héctor Muñoz Tapia
No recuerdo un nivel de expectativa tan alto como el que ha precedido al estreno de «Avengers: Endgame«. Y no es para menos, ya que la cuarta película de los Vengadores, y número 22 en el Universo Cinematográfico de Marvel y que viene a cerrar la Saga del Infinito y un recorrido que ya tiene 11 años comenzando con «Iron Man» de 2008. Mucha agua bajo el puente y un desarrollo de personajes que han tenido las cintas suficientes para evolucionar y ver crecer en pantalla. Pero nada de eso te prepara para las 3 horas que podrás ver desde este jueves en cines de Chile.
¿Cómo enfrentar la cita que sellará este viaje? Lo que los hermanos Joe y Anthony Russo han logrado en «Avengers: Endgame» es plasmar la esencia de los personajes que ya conocemos bien y llevarlos a una épica que nunca habíamos visto antes. Tony Stark / Iron Man (Robert Downey Jr), Steve Rogers / Capitán América (Chris Evans), Thor (Chris Hemsworth), Bruce Banner / Hulk (Mark Ruffalo), Natasha Romanoff / Black Widow (Scarlet Johansson) y Clint Barton / Hawkeye (Jeremy Renner), los seis originales, se toman el relato para esta ocasión, y si «Infinity War» fue contada desde la perspectiva de Thanos, «Endgame» la vemos con los ojos de los Vengadores. Es con esta última oportunidad para jugársela por el todo la que cambiará las cosas para siempre. Y curiosamente, no se siente como un «Infinity War II», sino que tiene su propio mundo. Si «Infinity War» es el sistema muscular”, «Endgame» es el espíritu, el cerebro y el corazón. Y es ahí donde ninguna más ha llegado.
Sin contar nada de lo que podemos ver en esos 182 minutos, entramos a la sala de cine sabiendo que el mundo vive en un estado de luto que podemos comparar al que nos mostró «The Leftovers«, una verdadera joya que duró 3 temporadas en HBO, y que lidiaba con la pérdida repentina de una parte de la población. La idea es seguir adelante pero cuesta. Y hay algunos que simplemente no pueden aceptarlo. ¿Cómo superarlo todo si los que quieres ya no están? ¿Si perdiste a tu familia, a tus amigos y a todo lo que te importaba y por lo que peleabas? Esas son algunas de las preguntas que «Avengers: Endgame» planeta desde la escala de una película de proporciones apoteósicas como las historias de los cómics y una serie de texturas que nunca se van a pesar de lo entretenido que resulte ver la solución al problema de la «Decimación». No importa el problema, esto también es un viaje entretenido que no te suelta, como una montaña rusa que a pesar del caos jamás pierde su norte.
En esencia, «Avengers: Endgame» lidia con la seguridad de tomar decisiones que van a marcar tu vida para siempre. Si «Infinity War» nos dejó con el alma en un hilo tras el chasquido del Titán Loco, «Endgame» nos dice que hay que pararse de nuevo y desafiar a las circunstancias, decirle «puedo hacer esto todo el día» como el Capitán América y lograrlo cueste lo que cueste, el mensaje que resume toda la previa que hemos vivido desde fines del año pasado, cuando el primer adelanto de la cinta rompió récords en internet tanto en reproducciones como en comentarios en redes sociales. Es la cosecha de Marvel Studios, donde Kevin Feige ha sabido manejar el enorme buque y sellar la tercera fase de la franquicia en una nota alta, la más alta que podamos ver.
Sí, «Avengers: Endgame» supera todas las expectativas que hemos acumulado en un año completo desde que la esperamos. Y las pasa por mucho. Te mantendrá al borde de tu asiento y querrás compartirla con tu mundo todas las veces que quieras. Como esos cuentos que pasan de boca en boca, en los que no puedes dejar de pensar, como ningún otro relato de superhéroes en el cine. La misión cumplida de un final más épico que tus propios sueños.