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La historia detrás de las 12 mejores canciones de Queen

Dos críticos musicales hacen un maratón escuchando las casi 200 canciones del grupo y eligen las mejores. Por qué. Porque el reciente estreno de la película que cuenta su historia nos ha recordado lo grandes que son.

Dos críticos musicales hacen un maratón escuchando las casi 200 canciones del grupo y eligen las mejores. Por qué. Porque el reciente estreno de la película que cuenta su historia nos ha recordado lo grandes que son.

Por Miguel Ángel Bargueño y Carlos Marcos, ElPais.com.

12 ‘Another one bites the dust’ (1980, incluida en el disco ‘The game’) 

Por qué es tan buena. La línea de bajo resulta tan adherente como un buen estribillo. Y es una apuesta segura para poner patas arriba una discoteca.

Historia de la canción. El bajo de John Deacon, autor del tema, es el protagonista absoluto del ‘single’ más vendido de la historia de Queen (fue número uno de ventas en Estados Unidos y en casi todo el mundo). Como buen bajista, flipaba con el funk y la música disco, y parece que tras mucho escuchar a Chic creó esta base rítmica prodigiosa. El tema está aderezado con efectos de sonido que hoy pueden parecer obsoletos, pero en su momento eran de lo más moderno: recuerdan al despegue de una nave espacial. Queen ponían así un pie en los ochenta, cuando se suponía que la ciencia ficción iba a dejar de ser ficción. Con todo, la banda no tenía mucha confianza en este tema, y, según ha revelado Roger Taylor, fue Michael Jackson quien, tras escucharlo, les dijo: “Chicos, estáis locos si no lo sacáis como ‘single”. El batería también recordó que muchos DJ de emisoras de soul creyeron, al oírlo por primera vez, que el tema era de un grupo afroamericano.

11 ‘Killer queen’ (1974, incluida en el disco ‘Sheer heart attack’) 

Por qué es tan buena. La estructura de ‘Killer queen’ es casi cabaretera. Pero Queen consiguen elaborar un medio tiempo rockero, con capas de voces ya marca de la casa y la guitarra afilada (y limpia) de Brian May. Era 1974 y Queen eran todavía una banda de rock duro. Pero en esta canción y en el disco que se incluye, ‘Sheer heart attack’, se empiezan a confeccionar los Queen que saltan géneros y se convierten en dioses del pop. De hecho, ‘Killer queen’ es la canción que le dio el primer éxito internacional al grupo. Se ponían los primeros cimientos de su dominación mundial.

La historia de la canción. Los seguidores de Queen lo son tanto que se ven con la autoridad de corregir a su ídolo, Freddie Mercury. Sobre esta canción, Mercury explicó: “Trata sobre una mujer de clase alta que se dedica a la prostitución. Lo que quiero transmitir en el texto es que las mujeres ricas también puedes ser putas”. Pero según parte de sus seguidores, la protagonista es un travesti. Sea como fuere, la canción salió en poco tiempo. “La escribí en una noche”, confirmó Mercury. “Hay canciones que tardan días en salir, incluso meses, pero ‘Killer queen’ me llevó unas horas”. Una anécdota. La estrella pop actual Katy Perry denominó a su propio perfume Killer Queen. Y lo explicó: “Freddie Mercury definió en la letra a la mujer que siempre he querido ser. Por eso he llamado así a mi perfume”. Quizá alguien debería haber explicado a Perry la auténtica intención de la letra. En la imagen, Mercury fotografía a alguien del equipo del grupo en el camerino en un concierto de 1974. En la imagen, Mercury cantando el tema mientras salen al escenario modelos desnudas montado en bicicleta.

10 ‘Seven seas of Rhye’ (1974, incluida en el disco ‘Queen II’) 

Por qué es tan buena.Resulta llamativo cómo Queen eran capaces de hacer tanto en tampoco tiempo. ‘Seven seas of Rhye’ dura 2,45 (como una canción punk, vamos), pero pasan mil cosas: una introducción de piano, guitarras heavies, una deslumbrante interpretación de Mercury, estribillos, solo de guitarra, parte vocal operística, una coda ruidosa con voces de fiesta… Estamos ante los Queen de su etapa dura. La canción se incluye en su segunda obra, ‘Queen II’. Una reinvención del rock duro en toda regla.

La historia de la canción. Una de las letras más misteriosas de la primera etapa del grupo. La tierra de Rhye aparece en varias letras escritas por Mercury. Para algunos es un mundo fantástico creado por él y su hermana mientras vivían con su familia en el país africano Zanzíbar. Freddie nació allí: su padre trabajaba para la británica Secretaría de las Colonias y en aquella época Zanzíbar estaba bajo protectorado inglés. La otra versión es que es una letra de contenido religioso: una crítica al lado oscuro de las religiones.

‘We will rock you’ (1977, incluida en el disco ‘News of the World’) 

Por qué es tan buena. Porque con esta canción nació el rock de estadio. Sorprendentemente corta (solo dos minutos: ¿a que creías que era más larga?), más básica imposible (incluso podría sobrar el solo de guitarra final) y de una eficacia automática. Si alguien sueña con componer la canción que tiene que corear el mundo, está perdiendo el tiempo: lleva en marcha desde 1977.

La historia de la canción. La mayoría de los éxitos de Queen están compuestos por Mercury. Este no: lleva la firma del guitarrista Brian May. ¿En qué se inspiró para componer este clásico de los estadios? Pues en un estadio. Habla May: “Una noche, al final de un concierto, nos retiramos del escenario y de fondo escuché a la gente cantar la pieza que entona la hinchada en el estadio del Liverpool, ‘You’ll never walk alone’. Me fui a la cama pensando en una canción donde el público pudiera participar. Es gente que está ahí, apretujada, apenas se puede mover, pero puede aplaudir, golpear sus pies y cantar. Cuando me desperté por la mañana ‘We will rock you’ salió del tirón”. En la imagen, el autor del tema, Brian May, vistiéndose en el camerino para un concierto de Queen. Sentado, frente al espejo, Mercury.

‘Bicycle race’ (1978, incluida en el disco ‘Jazz’) 

Por qué es tan buena. Es originalísima, tanto por su composición como por su letra.

Historia de la canción. A Mercury —que no tenía especial predilección por las bicicletas— se le encendió la bombilla cuando vio pasar el pelotón del Tour de Francia cerca del estudio donde Queen estaban grabando ‘Jazz’ en Montreux (Suiza). Con esa imagen desarrolló una lista de ideas contrapuestas (“Tú dices blanco, yo digo negro / Tú dices ladrar, yo digo morder”), sazonada de agudos comentarios sobre ‘Star wars’, Tiburón’, ‘Peter Pan’, ‘Superman’ o ‘Frankenstein’, con el ansia de libertad como trasfondo. También fue muy original su lanzamiento como ‘single’, dado que ‘Fat bootmed girls’, en la otra cara, era un tema siamés: en la letra de uno se mencionaba el otro y viceversa. Su vídeo causó sensación: muestra a un nutrido grupo de modelos desnudas montando en bicicleta en los alrededores del estadio de Wembley.

‘Crazy little thing called love’ (1979, del disco ‘The Game’) 

Por qué es tan buena. Porque es una maravillosa rareza dentro de la discografía de Queen. Una canción de latido acústico, con un ritmo de rock and roll de los cincuenta que podrían haber firmado unos revisionistas como Stray Cats. Pero no: es de Queen y les reportó mucho dinero, ya que fue la primera vez que el grupo llegó al número uno en Estados Unidos.

La historia de la canción. “Me salió en cinco minutos mientras me tomaba un baño”, declaró Freddie Mercury sobre ‘Crazy little thing called love’. Luego llegaría la fase de pulir, pero básicamente salió de allí, de un baño relajado en una habitación de hotel del Hilton de Múnich, donde el grupo se fue a grabar el disco ‘The Game’. Resulta curioso el vídeo, con todos los miembros vestidos de rockeros duros (cuero a tope) y donde Mercury, agasajado por bellas señoritas, ejerce de macho alfa como si fuera un componente de Led Zeppelin.

‘Now I’m here’ (1975, incluida en el disco ‘Sheer Heart Attack’) 

Por qué es tan buena. Para el aficionado que se enganchó a Queen en los 80 quizá este tren desbocado no lo sienta familiar. Pero sí, Queen fueron duros, muy duros. ‘Now I´m here’ es el ejemplo, una canción de rock perfecta: apabullante energía, melodía y una interpretación feroz. Hay hasta un minisolo de batería.

La historia de la canción. Esta vez el que compone es Brian May, y en unas circunstancias llamativas. La escribe durante una convalecencia en el hospital, afectado por una hepatitis. “Estábamos en plena gira por Estados Unidos con Mott the Hoople y tuvimos que suspenderla por mi enfermedad. Fue una faena. Incluso llegué a temer que me sustituyeran, así que empecé a escribir canciones para el próximo disco”, ha contado May. En la letra se hace refencia a la gira con Moot the Hoople e incluso un giño a un clásico de Chuck Berry, ‘Little Queenie’.

5 ‘Don’t stop me now’ (1978, incluida en el disco ‘Jazz’) 

Por qué es tan buena. Con su ritmo endiablado y su mensaje de “voy a comerme el mundo”, es mejor que cualquier libro de autoayuda. Aunque es un tema inequívoco de rock, no hay guitarra excepto en el solo: conseguir esa potencia solo con piano, bajo y batería es algo que no está al alcance de cualquiera.

Historia de la canción. La rica discografía de Queen permite que sucedan cosas como esta: que un tema que en su momento no tuvo especial repercusión sea redescubierto con el paso de los años —gracias a la publicidad y el cine— y hoy figure entre sus títulos más emblemáticos. Mercury debió de escribir la letra en un momento de especial subidón, utilizando la astronomía como metáfora de su excitación febril: “Soy una estrella fugaz saltando por el cielo”, “viajo a la velocidad de la luz”, “soy un cohete de camino a Marte” o “soy un satélite fuera de control” son algunas de esas referencias. Aunque la frase más redonda es: “Estoy ardiendo a través del cielo a 200 grados, por eso me llaman míster Fahrenheit”. Pertenece a su último disco de los setenta, en el que empezaron a experimentar con otros estilos (contiene un tema disco, ‘Fun it’)En 2014, en el Reino Unido la eligieron como la mejor canción para conducir.

‘Under pressure’ (1981, incluida en el disco ‘Hot space’). Con David Bowie 

Por qué es tan buena. Ah, esa melodía de bajo de ‘Under pressure’. A veces unas pequeñas notas tocadas como si nada lo son todo. Sí, resulta que la colaboración entre dos colosos como Freddie Mercury y David Bowie sobre todo se recuerda por ese sonido de bajo de John Deacon. Lo que no está claro es si fue idea de Deacon o si Deacon la tocó, luego se le olvidó y la recordó Bowie con alguna aportación. La canción tiene mucho más: un duelo vocal que no es tal, ya que Bowie y Mercury se van alternando en la ejecución de forma tan fluida como sorprendentemente (por el ego que tenían) generosa.

La historia de la canción. De dos artistas colosales que no estaban ni mucho menos en su mejor momento sale una obra maestra como ‘Under pressure’. Bowie venia del tibio ‘Scary monsters’ y Queen estaban exhaustos después de años de éxito. Se juntaron en Suiza y salió esta pieza firmada por los cinco en la que se trabajó de forma colaborativa para que luego Freddie y David se pelearan en la última fase del proceso. “La mezcla final no me pareció buena. Fue el momento en el que Freddie y David batallaron duramente por imponer sus criterios”, ha revelado Brian May. Y nosotros decimos: bah, cosas de musiqueros, porque la canción suena a gloria.

‘Somebody to love’ (1976, incluida en el disco ‘A day at the races’) 

Por qué es tan buena. Cuatro rockeros ingleses sonando como un coro góspel de cien personas. Y, al mismo tiempo, 100% Queen.

Historia de la canción. Tras el éxito de ‘Bohemian rhapsody’, Mercury intentó hacer algo parecido en el siguiente disco, ‘A day at the races‘. Con una variante: en vez de inspirarse en la tradición operística europea, lo hizo en el góspel estadounidense. “Es nuevo, es ligeramente diferente”, explicó Freddie a la revista ‘Circus’ en 1977. “Pero aún suena a los Queen de siempre”. En la misma entrevista, el batería Roger Taylor explicó que este tema “está muy influido por Aretha Franklin. Freddie está muy colgado con ella”. A diferencia de ‘Bohemian rhapsody’, se acerca más al formato estándar de canción de rock. Compuesta por Mercury al piano, la letra va dirigida a Dios, a quien pide explicaciones por una vida vacía de amor: “Me he pasado la vida creyendo en ti pero no encuentro alivio, Señor”. El arreglo de los coros es verdaderamente soberbio. Llegó al número dos en la lista de ventas británica. Mocedades (sí, Mocedades) grabó en 1981 una notable versión (‘Amar a alguien‘); parece que para conseguir el permiso de Mercury un representante de la discográfica tocó el timbre de su casa de Londres y le puso ‘Eres tú’, tras lo cual accedió.

‘I want to break free’ (1984, incluida en el disco ‘The Works’) 

Por qué es tan buena. Si Queen vivieron una segunda edad dorada en los ochenta fue por temas como este.

Historia de la canción. Aunque la mayor parte del repertorio de Queen nació de la pluma de Freddie Mercury, el bajista John Deacon escribió unos cuantos temas, de los que este y ‘Another one bites the dust’ son los más logrados y famosos. Construido con una base electrónica, cuenta con un solo de sintetizador memorable a cargo del canadiense Fred Mandel. Por el divertido vídeo, en el que los componentes del grupo aparecen vestidos de mujer realizando tareas domésticas (una parodia de la serie ‘Coronation street’), algunos dieron por sentado que el tema era una declaración de la sexualidad de Mercury; pero el autor, como decimos, es Deacon, y la idea del vídeo fue del batería Roger Taylor. Si el público ya conocía el talento y la fuerza del grupo, ahora supo de su capacidad de reinvención, recuperando el aplauso masivo del público con esta y otras canciones en plena era de los teclados y las hombreras. En la actualidad, Deacon lleva una vida tranquila de sexagenario alejado de los focos.

Y la mejor: ‘Bohemian rhapsody’ (1975, del disco ‘A night at the opera’) 

Por qué es tan buena. Hicieron volar por los aires la estructura clásica de rock (estrofas y un estribillo que se repite) y se las arreglaron para insertar seis canciones en una. Tiene partes de ópera. Cascadas de voces. Una introducción a capella. Referencias a Galileo y Fígaro. La letra es misteriosa y fascinante. Y el solo de guitarra posee vida propia.

Historia de la canción. No está claro qué llevó a Freddie Mercury a escribir este drama sobre un hombre que confiesa a su madre que ha cometido un asesinato y se prepara para ir al infierno. Algunos biógrafos apuntan a que se trata de una metáfora sobre la ruptura de Mercury con su pasado (hasta poco antes había estado saliendo con una chica, Mary Austin) y la aceptación de su homosexualidad. El autor nunca lo aclaró y prefirió alimentar la incógnita. Las múltiples capas de voces supusieron un reto para la tecnología de la época, que se resolvió poniendo a Mercury, May y Taylor a grabar los coros durante jornadas enteras; luego el productor Roy Thomas Baker duplicó docenas de cintas. Pese a que la discográfica no lo veía claro por su duración (casi seis minutos), se publicó como ‘single’ y fue un gran éxito: número uno durante nueve semanas seguidas en el Reino Unido. Aunque ya se habían rodado vídeos musicales anteriormente, el de esta canción es uno de los primeros en constituir una obra de arte en sí mismo.


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