ENTREVISTAS

Jaz Coleman, Killing Joke: “Nadie quiere comprometerse con nada porque están muy ocupados tratando de sobrevivir”

El vocalista de la legendaria agrupación habló con Futuro sobre su debut en Chile el próximo 27 de septiembre en el Club Blondie.

Por Jorge I. Lagás

No todo está visto en Chile. Una de las espinas que aún nos quedaba era presenciar alguna vez a Killing Joke, la legendaria banda inglesa que ha influenciado a escenas tan distintas como el industrial, el metal, el post punk, la new wave y el rock gótico. Estarán el 27 de septiembre en el Club Blondie y antes de eso intercambiamos unas palabras con su vocalista histórico Jaz Coleman, todo un personaje.

-Jaz, ¿cómo los tiene esto de venir a tocar por primera vez a este terreno?

-Maravillados. Sobre todo por el momento que vivimos, ya son 40 años tocando, es increíble, le agradezco a los dioses por poder seguir haciendo esto.

-Nosotros también. Lo que vienen ofreciendo es parte del último disco que han sacado, “Pylon” (2015), una obra conceptual, distópica, con muchos de los males que afectan hoy a la humanidad y dónde nos podrían llevar. ¿Cómo llevaste convertiste estas ideas en un disco de música?

-La forma en que hago música no tiene nada de intelectualidad. Normalmente hay un argumento central y empezamos a tocar en torno a eso y algo pasa en términos musicales. Pero no tiene nada que ver con el intelecto. La mejor forma de escribir música es olvidarse de la música. Es vivir. Eso pasa en Killing Joke. Yo hago las letras minutos antes de cantarlas, a última hora. Eso es lo normal. Así se capta más el momento. En cuanto a lo que pasa en el mundo, es básicamente una cultura de dominación de espectro total. Algunos lo llaman globalización, yo lo llamo fascismo.

-¿Cómo es eso?

-Mussolini lo dijo, las corporaciones globales son fascismo.

-¿Cómo ves que está la gente respecto de estos temas? ¿Muy dormidos? ¿Necesitan despertarse?

-Es una pérdida de tiempo tratar de despertar a la gente. Velo de esta forma: nadie quiere perder su trabajo hoy en día. Por eso no se meten en grandes protestas, porque afectará la biométrica, porque perderán su puto trabajo… esa es la realidad de nuestras instituciones democráticas. Nadie quiere comprometerse con nada porque están muy ocupados tratando de sobrevivir. No quieren saber lo que está pasando. Y los entiendo. Tampoco quiero saber. ¡Pero lo sé! (Risa estridente)

-Es verdad, a veces dan ganas de no saber ciertas cosas.

-Es algo que me enoja, en realidad. Si empiezo no paro. Por eso necesito a Killing Joke. Para no volverme completamente loco. Para mí, Killing Joke cumple una función social. Si no hubiera canalizado por ahí mis sentimientos más explosivos, no estaría vivo.

-En ese sentido es llamativo también el proceso creativo que tienes. Es sabido que no tienes correo electrónico, no tienes teléfono, nada de eso.

-Nunca he mandado un correo electrónico en mi vida. De hecho, este teléfono por el que estoy hablando contigo, que es bastante primitivo, es lo más lejos que llego con la tecnología. Es mi elección personal. Lo que he descubierto es que estas mierdas no me hacen feliz. No tengo idea de Youtube, Google ni ninguna de esas basuras. No lo necesito. No escucho radio, no veo televisión, no veo internet, nunca he mandado un e-mail. Me gusta interactuar con seres humanos. La gente ya no se comunica. Sólo los veo enganchados con la tecnología.

-Volviendo a lo musical, ¿cómo ves el nivel de influencia que tiene Killing Joke en distintos estilos?

-Pasa que si revisas individualmente a cada miembro de la banda, todos tienen gustos distintos. Es un amplio espectro. Y bueno, cuando tocamos en festivales vamos lo que pasa. Hemos tocando en festival de metal, de música gótica, de todo. Cruzamos estilos y me gusta lo que pasa con todo eso. ¿Cuántas bandas hemos influenciado? La otra vez salió un tributo a Killing Joke y era impresionante ver que todas esas bandas habían sido influenciadas por nosotros. Realmente sorprendente.

-En cuanto al show, ¿qué podemos esperar?

-Una atmósfera muy fuerte y pesada. Pero en realidad nunca he visto a la banda, porque siempre estoy arriba del escenario, así que alguien que haya tenido la experiencia desde abajo te podrá contar mejor. Y en cuanto a las canciones… no lo sé, nunca sabemos, veremos en el momento lo que salga (risa estridente nuevamente).

Las entradas para el concierto de Killing Joke, que será abierto por los nacionales Imaginary Noise, están por sistema Qwantiq, desde $25.000.


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