Un año más… Ha llegado el momento de despedir este año desde Palabras sacan Palabras con la sensación de haber vivido meses intensos en un Chile que –como diría Denis Hopper arriba de una Harley- “busca su destino”. Desde el lunes, muchos nudos que amarraban los vestigios del binominal serán desatados. El Presidente electo, Sebastián Piñera entregará en enero los nombres de su gabinete, nos imaginamos que muy lejos de los tecnocráticos magísteres de la PUC que dominaron su primer periodo. Los nombres, las inclinaciones, las orientaciones de ese equipo contendrán -esperamos- a aquella derecha que asoma con fuerza, una liberal, democrática, con acento en la gente y sus problemas y no en las grandes empresas y sus balances.

Al otro lado, la DC debe elegir entre dos caminos opuestos, entre ellos, aquel que le dice que puede pactar con la derecha para asumir presidencias y poder en el Parlamento. Una decisión que a algunos DC les recuerda que aún hay vestigios en ese conglomerado de gente que sigue apoyando y justificando un Golpe que atentó contra la vida de Frei y de Leighton. El pragmatismo o la historia en un dilema shakespereano.

Y una izquierda perdida entre la corrupción de algunos partidos que aceptaron dineros sin pensar en sus muertos y otra izquierda emergente que por primera vez deberá probar en el parlamento que están preparados para la política de verdad, de oficio, de República.

El 2018 se ve auspicioso, se ve ancho y dinámico. Con colectividades que buscan identidades perdidas y un país que necesita reencontrarse con sus ideales…


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