Volteretas… El arte de Gobernar, creía Platón, debía estar en manos de sabios y si entendemos a la sabiduría como ese océano de conocimientos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia, en el arte de Gobernar bien cabrían las volteretas por muy descaradas que parezcan. La de Sebastián Piñera en el tema educacional es de medalla de oro.  Piñera, quien considera a la educación como un bien de consumo y cree que lo que se recibe gratis no se valora, ahora anuncia que avanzaría en la gratuidad de la educación superior de la mano del crecimiento económico. La voltereta de Piñera viene después del empujón que le da Manuel José Ossandón como condición de apoyarlo en esta reñida segunda vuelta. Ossandón, el mismo que dijo que entre Piñera y Guillier votaría en blanco.

Voltereta que también se había dado en este tema la propia Presidenta Bachelet cuando llegó a Chile en 2013 diciendo que era regresivo que quienes pueden pagar no paguen. “Mi opinión personal –dijo la entonces candidata Michelle Bachelet- es que no encuentro justo que el Estado pague la universidad de mi hija si puedo pagarla”. Bien sabemos cómo cambió su postura en el aire.

Y Alejandro Guillier en octubre señaló en un foro de la CUT que, «lo único que quieren (las isapres) es que la gente se enferme, porque ahí está el negocio: que compren medicamentos, que se hagan exámenes, que se intervenga, que se corten distintas partes del cuerpo, que se las intervengan, que se las estiren o se las saquen». El mismo Guillier que, sustentado en su rol de creíble rol de periodista televisivo, fue rostro de las Isapres cuando estas cumplieron 25 años en el país.

Volteretas de la política, acrobacias en este plástico arte de gobernar…


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