Juan Cristóbal Guarello asegura que si no se enfocan y se ponen las pilas terminarán viendo el Mundial «sentado frente al televisor».
«De repente no sé qué le urge más a Arturo Vidal: que todo el mundo lo quiera o clasificar al Mundial», comienza diciendo el periodista Juan Cristóbal Guarello en una columna titulada «Desenfocados» publicada en el diario La Tercera, donde repasa el bajo rendimiento mostrado por la Selección chilena ante Paraguay.
«El jugador más importante de la selección chilena se ha dedicado a reclamar de todas las formas, entrevistas y redes sociales, que lo atacan, que lo molestan, que no toda la gente lo quiere. Bueno, uno de los rasgos de la inteligencia es saber que no existen los unánimes. Siempre habrá gente que te quiere y gente que no te quiere. Pensar que el 100% de las personas se tiene que postrar ante ti es un signo de megalomanía o delirio», dice el periodista.
Guarello compara la actitud de Vidal con la de Jorge Sampaoli quien «salió escapando de la selección» ya que «no todos los hinchas lo querían. Como un niño malcriado en la juguetería: quería todos los juguetes. Peor, exigía todos los juguetes».
Pero el periodista no se queda ahí. También repasa a Alexis Sánchez, quien en el partido frente a Paraguay se le vio distraído y con la cabeza en otro lado (seguramente en su fallido traspaso al Manchster City).
«Estuvo negociando su pase al Manchester City hasta el calentamiento en el Monumental. Eso, más su elenfantiásicamente mediática relación amorosa, tiene al delantero con la cabeza en cualquier lado menos en la cancha. Y contra Paraguay se notó demasiado. Como bien observó José Sulantay, estaba hasta fuera de forma», se pude leer en la columna.
«Si quieren ganar en La Paz tienen que bajar a la tierra. Dejar de lloriquear o exigir el amor y la postración de un país entero, olvidarse por un rato de la polola, los amigotes, el pase millonario. Esto se juega con la pelota y van a enfrentar a un equipo motivado, sin nada que perder, con ganas de arruinarle la fiesta a Chile», agrega.
Guarello finaliza con una lapidaria sentencia: «O se enfocan y se ponen las pilas o el Mundial lo van a ver igual que yo: sentado frente al televisor».
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