Noticias

Viuda de Chris Cornell compartió una extensa y emotiva carta dedicada al músico

«Eras mi mejor amigo, y cuando no estaba de gira, hablábamos por teléfono al menos 4 horas al día», relató.

Ya han pasado 3 semanas desde la muerte de Chris Cornell a los 52 años de edad tras haberse colgado en el baño de su cuarto de hotel después de haber dado un concierto junto a Soundgarden en Detroit el pasado 17 de mayo.

Las muestras de cariño no han parado por parte de amigos, compañeros de banda, artistas y celebridades, algo que solo reafirma la importancia e impacto que tuvo la trayectoria artística de Cornell para el mundo de la música.

Sin duda que Vicky Cornell, viuda del músico, ha sido una de las personas más profundamente afectadas con la partida del artista, y ahora, la mujer volvió a compartir una sentida carta dedicada a la memoria de Cornell.

Revisa la transcripción completa al español a continuación…

«Te conocí en una noche estrellada de París, en el Hotel Plaza Athenee, después de que ambos fuimos llamados para organizar la fiesta post-show de Audioslave la noche siguiente. Me acuerdo de como te presentaron y tus ojos me atravesaron.

Tu show era al día siguiente, y yo no estuve ahí. Me uní a tu fiesta después, y cuando te enteraste de que no había visto el concierto, me preguntaste secamente: ‘Entonces ¿Qué estabas haciendo?… ¿Comiéndote un sándwich?’. Nos sentamos, y me acuerdo que pediste foie gras y yo te pregunté si estabas seguro de que querías eso. Siempre tuviste un gusto tan elegante.

Un amigo te preguntó quién era la mujer más hermosa de todo L’Avenue, y te paraste frente a todos, miraste a tu alrededor, regresaste y me apuntaste a mí. Hablamos hasta que salió el sol y llegó la hora de que viajaras a tu siguiente destino. Me llamaste al día siguiente, y 3 días después nos reunimos en Londres.

Me acuerdo que llegaste corriendo, temeroso de que yo me hubiese ido porque te habías atrasado en tu entrevista con Zane Lowe. Por ese entonces, me acuerdo haber pensado que tenía que ser cuidadosa y distanciar mi corazón de enamorarse de ti. Sin embargo, no me dejaste, zigzageando por el mundo para visitarme. Estabas constantemente sufriendo de jet-lag porque no soportabas nuestro tiempo distanciados.

Finalmente te fui a visitar en Nueva York para Lollapalooza 2003, y organicé tu fiesta de cumpleaños número 39. Un par de semanas más tarde, yo estaba en Mykonos y tú seguías en Lollapalooza, cantándome desde el teléfono que me casara contigo. No sabía qué pensar, más que te amaba y que estaba absolutamente entregada.

Viajé con mi madre a Los Angeles, un día antes de mi cumpleaños. Me diste las más hermosas sorpresas, desde flores, velas y globos por todas partes hasta paquetes envueltos de todos los tamaños. Como si fuese Navidad. Me hiciste sentir como una princesa.

Te cambiaste al Beverly Hills Hotel porque yo me estaba quedando ahí. Un día me despertaste y me dijiste que necesitabas que te devolviera un collar. Yo te pregunté por qué, pero tu simplemente lo sacaste y cortaste el anillo de plata que colgaba de él. Me dijiste: ‘Tuve una visión muy extraña. Todavía no tengo el anillo de verdad, pero realmente me quiero casar contigo’. El anillo me cupo perfecto, y aunque me sorprendiste con un Harry Winston semanas más tarde, no quise sacarme el original, y lo usé en nuestra boda. Los dos anillos siempre representaron lo distintos que éramos pero lo bien que nos complementábamos.

Me acuerdo que lloraste en la boda civil. Nunca conocí a un hombre más sensible y especial.

Tuvimos a nuestros hermosos bebés, y me dijiste que era tu alma gemela y que me habías estado buscando. Estoy tan feliz de que me hayas encontrado. Estoy tan feliz de los 14 años que vivimos juntos. Hacíamos todo juntos, literalmente todo. Eras mi mejor amigo, y cuando no estaba de gira, hablábamos por teléfono al menos 4 horas al día.

Fuiste el mejor padre, esposo y yerno. Tu paciencia, empatía y amor siempre estaban presentes.

Siempre decías que yo te salvé, que no estarías vivo de no ser por mí. Mi corazón se hinchaba al verte feliz, vivo y motivado. Emocionado por la vida. Haciendo todo lo posible por devolver lo que se te dio. Tuvimos la mejor época de nuestra vida durante la última década y te pido perdón, mi amor, por no haber visto lo que te estaba pasando esa noche. Lamento que hayas estado solo, y sé que no fuiste tú, mi dulce Christopher. Tus hijos también lo saben, así que puedes descansar en paz.

Estoy quebrada, pero seré fuerte por ti y me haré cargo de nuestros hermosos bebés. Pensaré en ti cada minuto de cada día, y lucharé por ti. Tenías la razón cuando dijiste que éramos almas gemelas. Dicen que los caminos que alguna vez se cruzaron se cruzarán de nuevo. Se que vendrás a buscarme, y ahí estaré yo, esperándote.

Te amo más de lo que cualquiera haya amado en la historia del amor, y más de lo que cualquiera lo hará. 

Por siempre

Tu Vicky».

https://www.facebook.com/chriscornell/posts/10155337050744687:0


Contenido patrocinado

Compartir