Sufriendo, como en toda su historia, Universidad de Chile volvió a bajar una estrella y se coronó campeón del Torneo de Clausura.
El San Luis de Quillota no se la puso fácil a los pupilos de Ángel Guillermo Hoyos, quienes desde los primer minutos se las ingeniaban para romper el cerrojo quillotano que se paró en la cancha de un repleto Estadio Nacional.
Pero la U contaba con el jugador que finalmente se convertiría en el héroe absoluto de este nuevo logro: Felipe Mora, quien tuvo un cierre magnífico del torneo. El delantero anotó en ocho partidos consecutivos, se metió en la historia goleadora de los azules y se consolidó como el máximo artillero del certamen con 13 tantos. Sin embargo, el ariete tuvo que salir reemplazado tras dos feas infracciones del defensa y capitán de San Luis, Daniel Vicencio. Mora salió entre lágrimas de la cancha del Nacional.
La U pudo aumentar las cifras, pero en la valla canaria apareció un incombustible Matías Cano, quien se encargó de despejar todos los balones que llegaban a su puerta y frustrar el ataque azul. En los últimos minutos, los equipos revirtieron papeles. Los quillotanos se lanzaron en ataque y casi logran la igualdad en los descuentos. Pero parece que la historia ya estaba escrita para la U y unos centímetros evitaron el empate que coronaba campeón al archirrival, Colo Colo, que derrotó a Cobresal por 3-1.
Con este triunfo, Universidad de Chile completa 30 puntos, uno más que Colo Colo, y baja su décimaoctava estrella.