PALABRAS SACAN PALABRAS

Virtud política

Editorial de Freddy Stock, martes 04 de abril.

La probidad… es un término que está de moda, para bien o para mal. La probidad que no es más que la moralidad, integridad y honradez en las acciones, en hacer lo que es correcto y no sólo lo que es obligada por la ley y sus vericuetos. Está de moda, para mal, por los casos que nos están sacudiendo como sociedad, corruptelas que desbordan el fútbol, los negocios y las redes político-empresariales. Y, para bien y si queremos quedarnos con el vaso medio lleno, porque nos está obligando a elevar parámetros de virtud en pro de esa transparencia tan necesaria para el acontecer republicano.

De esta forma y golpeados por un Chile oscuro que creíamos inexistente, logramos sacar leyes de probidad y transparencia que terminaron con los aportes reservados y de empresas a las campañas y ahora obligan a nuestros parlamentarios a transparentar sus bienes e, incluso, sus posibles conflictos de interés. Es de esperar que este espíritu, esta virtud política a la que apelaba Montesquieu, se respete en su esencia y totalidad por los mismos que hicieron y votaron estas leyes. Y que aquí no se cumpla ese lamentable adagio de que “hecha la ley, hecha la trampa”… 


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