MALDITO ROCK AND ROLL

Gracias por tanto: los rockeros que nos dejaron en 2015

El saludo de la comunidad del rock a los que partieron esta temporada.

Por Jorge I. Lagás

Se va el año y así como dejó varias alegrías, también nos vimos golpeados por el fallecimiento de grandes figuras en estos 12 meses. Los extrañaremos, pero seguiremos celebrando su legado. No es una lista definitiva, pues hay varios otros, pero estos son los que hemos querido destacar antes que se vaya el año. Que descansen en paz y gracias por todo.

 

Lemmy Kilmister, Motörhead: El más reciente y uno de los que más dolió, por el carácter icónico que representaba para varias generaciones. Un cáncer fulminante se lo llevó el 28 de diciembre, a los 70 años.

 

B.B. King: el rey del blues murió en el sueño el 14 de mayo, a los 89 años. Un multi infarto, consecuencia de su diabetes, hizo que ya no aguantara más. Hasta el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le dedicó palabras: “El blues ha perdido a su rey y este país ha perdido una leyenda”.

 

Chris Squire, Yes: El bajista y fundador de Yes falleció el 27 de junio, a los 67 años. Había estado con tratamiento contra la leucemia. Un talento enorme que inspiró a no pocos músicos a tocar el bajo, y que dejó para la posteridad su performance impresionante en las cuerdas.

 

A.J. Pero, Twisted Sister: El baterista del grupo feneció el 20 de marzo mientras giraba con Adrenaline Mob. Tenía sólo 55 años, estuvo dos veces en Chile y su muerte impactó en quienes crecieron con la música de la banda.

 

Andy Fraser, Free: Bajista de Free y co-autor del mayor éxito del grupo, ‘All right now’, dejó la existencia física el 16 de marzo. Todavía se investiga la causa definitiva, pero se sabía que al momento de su muerte sufría de cáncer y Sida.

 

Mike Porcaro, Toto: El 15 de marzo se fue el bajista, el tercero de los hermanos Porcaro, conocido como “El maestro del groove”. Desde 2006 sufrió de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), hasta su fallecimiento. En 2010 había dejado de tocar con Toto.

 

Daevid Allen, Gong: El mundo del rock progresivo se vio enlutado por la partida del cerebro de Gong y ex Soft Machine. El 13 de marzo, por el cáncer contra el que había batallado, se nos fue al Planeta Gong.

 

Edgar Froese, Tangerine Dream: Otra pérdida clave para la música de vanguardia. El alemán fue el fundador de Tangerine Dream y los lideró durante décadas, siendo un precursor de varias corrientes influenciadas por sus alucinantes creaciones. El 20 de enero fue cuando dejó a varios viudos.

 

Phil “Philthy Animal” Taylor, Motörhead: Otro miembro de la familia Motörhead, murió el 11 de noviembre con el recuerdo de haber sido pieza clave del sonido rápido y furioso que patentó el grupo en su época más clásica. Se demoró poco en recibir a su amigo Lemmy en el más allá.

 

Scott Weiland, Stone Temple Pilots / Velvet Revolver: Una de las voces distintivas de los 90, fue encontrado sin vida el 3 de diciembre, en el bus que lo llevaba de gira junto a los Wildabouts, la banda que lo acompañaba como solista.

 

Christopher Lee: Actor emblemático de la historia del cine de fantasía y terror, que se incrustó en el corazón de los rockeros por su incursión como cantante de heavy metal, siendo ya un veterano. Así, demostró que ‘Dracula’ y ‘Saruman’ también tenían rock.

 

Fanáticos que perdieron la vida por ir a ver música en vivo: Un apartado especial para los mártires “anónimos” que no eran estrellas, pero enlutaron a toda la comunidad del rock al morir, simplemente, por ir a un concierto. En Santiago, los fallecidos en la tragedia del concierto de Doom, y en París los de la masacre del Teatro Bataclan donde tocaban los Eagles of Death Metal, fueron la nota más negra y triste de este año. Que no vuelva a pasar y no haya que lamentar cosas así en el futuro.


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