ACTITUD FUTURO

ESPECIAL // 5 grandes momentos de «Toy Story»

toy story 1995 buddy buzz web
Festejamos el aniversario 20 de la primera película.

En un día como hoy, de 1995, se estrenó en cines del mundo «Toy Story», el primer largometraje animado de Pixar, y el primero en ser realizado en un 100 % en computadora.

Hoy, la historia cuenta con tres películas y prepara una cuarta para el año 2018. Las tres películas son un hito para toda una generación, que en 15 años creció con las aventuras de la pandilla del sheriff Woody y Buzz Lightyear.

Por eso, recordamos cinco hitos de la trilogía…

EL RESCATE (TS1)

Los juguetes se juegan la vida por primera vez en la trilogía con una secuencia que recordamos hasta hoy. Al final de la primera, vemos a Buzz y Woody rescatando a Buzz de las garras de Sid y ambos yendo impulsados en cohete al camión de mudanza en tan solo segundos. Una de las más épicas secuencias de rescate del cine.

 

UN GUIÑO A «STAR WARS» (TS2)

En la segunda película, al fin conocimos al emperador Zurg tan mencionado en la primera, y con un giro sorprendente. Buzz Lightyear confronta a su enemigo, y se entera de una impactante verdad familiar. Un momento que hace eco de una secuencia histórica de la saga de «Star Wars».

 

PARA ABRIR, UN WESTERN (TS3)

Qué mejor que sacudir un poco las osas para la tercera película que situar a los juguetes en un entorno desconocido, como un western. Una secuencia imaginaria que nos muestra a Woody tratando de parar a la banda del Señor Cabeza de Papa y salvar a un tren lleno de huérfanos. El final de la secuencia es de antología.

 

EL BUZZ ESPAÑOL (TS3)

Una de las secuencias más divertidas de la trilogía la entregó la tercera película, dándole condimento al hombre del espacio favorito de los niños, Buzz Lightyear. Su acento español y sus pasos de flamenco no aburren nunca.

 

LA DESPEDIDA DE ANDY (TS3)

15 años después de la primera película, llegó el inevitable final. Andy crece y ya no juega con sus juguetes. Después de la épica de 24 horas de Buddy y la tropa, solo queda la despedida, una que llega profundo. Mal que mal, una generación completa que creció viendo las películas sentía exactamente lo mismo que Andy despidiéndose de sus queridos juguetes.

 



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