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Editorial de Freddy Stock, jueves 06 de agosto.

Escucha esto… sí, ponle atención a este pensamiento: “La lluvia es clamor del cielo por los inocentes que morirán si se consolida legalización del aborto”. Tal cual. No es una frase sacada de la Edad Media o de algún manual perdido de la Inquisición. Tampoco, es una apasionada y metafórica defensa de un argumento hecha por un pelucón conservador del siglo XIX. No. Esta relación de las lluvias que azotan la zona central del país con la legalización del aborto en tres causales que discute el parlamento fue escrita hace unas horas en twitter y corresponden, nada menos, que al decano de derecho de una importante universidad del país, la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Para el señor Carlos Frontaura, esta lluvia que muchos agricultores creyentes recibieron como un regalo del cielo en plena sequía, es una señal de castigo del Dios Todopoderoso, un “clamor por los inocentes que morirán”.

Carlos Frontaura fue nombrado decano de la Facultad de Derecho de la UC en enero de este año. Y, en ese cargo, Frontaura «es la máxima autoridad unipersonal de la Facultad y tiene a su cargo el gobierno, dirección y administración de la Unidad en sus aspectos académicos, administrativos y económicos». Es cierto, en una democracia, cada cual tiene el derecho de expresar lo que quiera, es su libertad innegable. La duda de fondo es sobre la formación que están teniendo en esa facultad los futuros abogados de la Católica y la mano terrenal o divina que Frontaura impone a la hora de armar su equipo académico. Porque, más allá de las libertades de expresión, la Universidad Católica recibe dinero de todos los chilenos y ese sólo hecho debiera marcar una obligación hacia el respeto del pluralismo de los pensamientos y las miradas que mandata un Estado Laico como el nuestro…


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