Cónclave… En la curia se llama “cónclave” a una reunión de cardenales cuando están encerrados tratando de recibir ayudas terrenales y de las otras para elegir a un Papa. Pero en el mundo temporal, un “cónclave” es la reunión de un grupo de sujetos para tratar un tema que consideran sumamente importante. Vaya qué nombre más bien puesto, entonces, para este cónclave que durante toda esta tarde tiene reunidos a los representantes de la Nueva Mayoría.
Cerca de las tres de la tarde, la mismísima Presidenta de la República, Michelle Bachelet, llegó al estadio El Llano de San Miguel para encabezar este acto que tiene como protagonistas también a sus ministros, líderes y parlamentarios de los partidos políticos que integran la coalición oficialista.
Se espera que tras esta cita, perdón, cónclave, se resuelva uno de los últimos misterios surgidos de La Moneda: el “realismo sin renuncia”. Sabiéndose el alcance de esta frase sinuosa, se podrá tener una idea más clara de lo que vendrá en el segundo tiempo del mandato de Michelle Bachelet: hasta dónde habrá realismo y hasta dónde habrá renuncia. Debiéramos enterarnos, por ejemplo, cuánto se cumplirá de su programa de Gobierno que empezó con amenazas de retroexcavadoras y que ahora parece más dispuesto a parchar hoyos que a cambiar ruedas.
En el cónclave hay mucho en juego. Incluso si tiene fondo real e ideológico aquello que se señaló como la muerte de Concertación para dar paso a lo que llegó al poder como la Nueva Mayoría…