MALDITO ROCK AND ROLL

10 canciones inspiradas por H.P. Lovecraft en sus 125 años

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En el natalicio del escritor revisamos su influencia en el rock.

Por Jorge I. Lagás

Un siglo y cuarto se está cumpliendo del día en que nació Howard Phillips Lovecraft, el maestro de la literatura de horror y fantasía que renovó todo el género, marcó a varias generaciones y extendió su influencia a expresiones como el cine y la música. Específicamente al rock, sobre todo al más cargado al lado del metal, que fue el que más absorbió y regurgitó toda la oscura, misteriosa, angustiante y espeluznante atmósfera lovecraftiana.

Canciones, discos, a veces carreras enteras de bandas se han sustentado en creaciones y relatos del hombre nacido el 20 de agosto de 1890 en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, autor de obras como ‘La llamada de Cthulhu’, ‘El color que cayó del cielo’, ‘En las montañas de la locura’ y otros cuentos. Creador, también, de los mitos de Cthulhu, la cosmología que subyace a todos sus relatos y sirve como trasfondo de sus historias. Esas que nos mostraron que había “algo” más allá de nuestra percepción cotidiana, dimensiones inimaginables llenas de abominaciones indescriptibles que desafían nuestra concepción del tiempo, los sentidos y todo lo que conocemos como “real”. Una puerta a la locura y al miedo a lo que no conocemos. ¿Sabía Lovecraft algo más que el resto de los mortales? Es parte de la leyenda que se ha alimentado en estos 125 años.

Acá algunos ejemplos, unos más populares que otros, pero con el factor común de venir de mentes marcadas para siempre por el imaginario del escritor, y que han traspasado toda esta impronta a muchos seguidores:

Metallica – The call of Ktulu (1984):

Quizá la más popular de las referencias a Lovecraft en el rock, el track final del disco ‘Ride the lightning’ se titula como uno de sus relatos más conocidos, pero en realidad se inspiró en ‘La sombra sobre Innsmouth’, del mismo autor. Fue Cliff Burton el que introdujo al resto de la banda la manía por Lovecraft, a él también se debe ‘The thing that should not be’ (1986), otro título en la misma corriente. La legión de seguidores de Metallica, y por consiguiente del metal y el rock, se empezó a acercar así a todo este mundo literario escabrosamente atractivo.

Black Sabbath – Behind the wall of sleep (1970):

Del disco debut del grupo al que se le atribuye “inventar” el metal, sale esta canción inspirada en el cuento ‘Beyond the wall of sleep’ (Más allá del muro del sueño), sobre el insondable mundo de los sueños, del que es mejor no saber mucho. Black Sabbath definió su estilo, en un principio, como un intento de llevar a la música la sensación de las historias de terror. Acá una de las manifestaciones más directas.

Mercyful Fate – Ktulu (The mad arab, part 2) (1996):

Los daneses Mercyful Fate siempre le cantaron al ocultismo y entre toda esa devoción hubo espacio para lo que tuviera que contar Lovecraft. En su disco de 1994 ‘Time’ lo abordaron con ‘The mad arab’, la historia del árabe loco Abdul Alhazred que supuestamente había escrito el Necronomicón. En el siguiente disco, ‘Into the unknown’, incluyeron la segunda parte, invocando al dios/monstruo con cabeza de pulpo y cuerpo de dragón.

Morbid Angel – The ancient ones (1991):

Los “antiguos”, según el mundo de Lovecraft, son seres que vinieron desde fuera de la Tierra y fueron los primeros en colonizarla, hace más de 540 millones de años, cuando ni pensaba aparecer algo parecido a un humano. Hicieron grandes ciudades, tuvieron guerras, sucumbieron ante la rebelión de los Shoggoths, creados por ellos mismos, y finalmente se retiraron hacia los océanos. A ellos les cantó Morbid Angel en una de sus primeras composiciones, que encontró su versión definitiva en el disco ‘Blessed are the sick’. No es la única canción de Morbid Angel sobre el mismo tema, pero sí una de las más recordadas.

Entombed – Stranger aeons (1991):

“No está muerto lo que puede yacer eternamente, y con el paso de extraños eones, incluso la muerte puede morir”. La frase de ‘La ciudad sin nombre’, una de las más reproducidas de la obra de Lovecraft, movió a los suecos Entombed para hacer uno de sus clásicos, del disco ‘Clandestine’.

Electric Wizard – Dunwich (2007):

Basado en ‘El horror de Dunwich’, uno de los cuentos más famosos de Lovecraft, situado en un pueblo en Massachusetts, donde los poderes oscuros son usados para desatar una terrible e invisible criatura. El grupo doom Electric Wizard lo hizo canción.

Mekong Delta – Age of agony (1988):

‘La música de Erich Zann’, el cuento de un músico ciego cuyas melodías prohibidas mantenían fuera de nuestra dimensión a aterradores criaturas que querían pasarse para este lado a través de un portal dimensional en su ventana, inspiró a este grupo alemán a titular su segundo disco ‘The music of Erich Zann’, una placa conceptual que abre la historia con este track.

Septic Flesh – Lovecraft’s death (2008):

El nombre lo dice todo para el track que abre el disco ‘Communion’ de estos griegos. Que en realidad le deben buena parte de su carrera a los textos del escritor. Esta canción está atiborrada de alusiones y personajes que explican el impacto de Lovecraft en toda la cultura del siglo 20. Un homenaje.

Nile – Von Unaussprechlichen Kulten (2005):

El ‘Unaussprechlichen Kulten’ era uno de los textos ficticios de los mitos de Cthulhu, nombrado en varias historias, tal como el Necronomicón. También conocido como ‘Los cultos sin nombre’ o el ‘Libro negro’, fue plasmado por Nile al cierre del disco ‘Annihilation of the wicked’. También inspiró a la banda chilena de metal extremo Unaussprechlichen Kulten, que dedica toda su temática a las creaciones de Lovecraft.

Dorso – Alquimia y búsqueda (1998):

Lovecraft ha sido la principial inspiración lírica de los nacionales Dorso, que desde su primer disco la plasmaron en sus delirantes versos. ‘Alquimia y búsqueda’, de ‘Disco blood’, debe ser de las más representativas, según sus propios autores.

BONUS TRACK: Iron Maiden – Live after death (1985):

No es precisamente una canción, pero sí una referencia importante en un disco emblemático. En su clásico registro en vivo, los ingleses pusieron en la portada a su mascota Eddie (como siempre), junto a una lápida con la leyenda: “No está muerto lo que puede yacer eternamente, y con el paso de extraños eones, incluso la muerte puede morir” (la misma que también han usado otras bandas, como hemos visto), firmada por el mismísimo H.P. Lovecraft. Un guiño en uno de los discos más memorables de la Doncella.

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