Jaime Orpis
Editorial de Freddy Stock, viernes 12 de junio.

La situación  del senador Jaime Orpis, no da para más… Tal como dijimos en los casos de Peñailillo, Jorratt o el reciente Jorge Insunza, el caso de Jaime Orpis merece un corte definitivo. Es lo que la ciudadanía se merece y es lo que la llamada clase política –y en este caso la UDI- le debe al pueblo chileno. El senador gremialista es una mancha impúdica para una nación escandalizada que busca señales claras de arrepentimiento y de transparencia. Hoy, según cuenta La Tercera, Orpis le pidió a su asesora personal que emitiera boletas para Soquimich, lo que suma a su propia confesión de haber pedido también dinero a Corpesca para financiar su campaña senatorial. O sea, Orpis pasó el sombrero por la minera controlada por Ponce Lerou y por el grupo Angelini, a quien extendió 24 boletas.

La Tercera señala que Carolina Gazitúa Larenas reconoció en su testimonio que nunca prestó servicios para Soquimich  y Corpesca, a quien dio boletas junto a otras cinco personas de su círculo cercano que contactó a petición de su jefe, el senador Jaime Orpis.

Ante esta arremetida de confesiones y ante las propias declaraciones públicas de Orpis, es más que necesario que la UDI haga el gesto que el país y, lo más probable, sus propios partidarios de base, esperan. Y esto es que se pongan a la altura de una circunstancia histórica, una que podría ser muy saludable si se piden los perdones correspondientes luego de tomar medidas que sean ejemplares…


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