Peleas en el rock ha habido muchas, pero una de las más emblemáticas ha sido la que produjo el quiebre entre los miembros clave de Guns n’ Roses. Slash dejó la banda en 1996 por diferencias irreconciliables con el cantante Axl Rose. Hasta ahora los detalles solamente se intuían, por la personalidad de cada uno, pero ahora el ex manager Doug Goldstein ha salido a contar la verdad. Y la verdad es que el quiebre puede ser atribuido en parte a Michael Jackson.
Según dijo Goldstein a Rolling Stone Brasil, “en 1991 estábamos de gira y Slash llegó a mi oficina para decir ‘me voy mañana para tocar con Michael Jackson en un concierto tributo’. Le dije que no lo hiciera, porque Axl fue abusado por su padre a los 2 años y él creía en las acusaciones contra Michael Jackson. Todos sabían que Eddie Van Halen recibió 1 millón por tocar en ‘Beat it’, así que le pregunté a Slash, ‘¿cuánto vas a recibir?’, y me dijo ‘sólo un televisor de pantalla grande’”.
“Cuando Axl supo que Slash iba a tocar con Michael Jackson y la paga era un televisor, quedó devastado. Pensó que Slash lo apoyaría contra el abuso. Según el punto de vista de Axl, ese era todo el problema. Podía pasar por alto las drogas y el alcohol, pero nunca el abuso infantil”, agregó.
La cosa no quedó ahí y Slash siguió trabajando con Jackson, siendo su colaboración más famosa el guitarreo para el éxito “Black or white”. Todo esto exacerbó las tensiones al interior de la banda y Slash tocó su último show con Guns n’ Roses en julio de 1993. En octubre de 1996 anunció que no seguía en el grupo.
En el presente, Goldstein cree que resolviendo este punto, la dupla podría reunirse. “Slash tendría que disculparse por el episodio de Michael Jackson. Y de verdad creo que yo tendría que ser el manager que los reúna, no creo que nadie más pueda hacerlo”.
