Una “intromisión inaceptable”… Así calificó el Gobierno chileno la declaración de la Cumbre del Alba-TCP donde se defendió el derecho de Bolivia de tener un acceso soberano al mar. En la ceremonia de clausura de esta llamada Cumbre de la Alianza Bolivariana para Nuestra América y del Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) se rompió todo protocolo sobre los tratados vigentes con una frase lapidaria donde se expresó, “nuestra solidaridad con el justo e histórico reclamo del Estado Plurinacional de Bolivia sobre su derecho a una salida al mar con soberanía».
El ALBA es una organización comercial de Estados latinoamericanos impulsada por Cuba y Venezuela. Nació para hacerle frente al ALCA, liderado en la región por Estados Unidos. Aunque Chile no pertenece al ALBA, el párrafo causó natural indignación. El Canciller Heraldo Muñoz lamentó profundamente, “que algunos países hermanos de América Latina y el Caribe desconozcan principios básicos que rigen las relaciones entre los estados, entre ellos el de no intervención y del respeto a los tratados vigentes».
Las relaciones con Bolivia están llegando a un punto de inflexión, donde el Estado altiplánico pareciera estar adoptando una estrategia de patota contra Chile que sigue en su postura de dejar el tema en los campos de la bilateralidad. Tal vez, la estrategia de creer que el conflicto con Bolivia es sólo un baile de a dos se deba cambiar y repensar nuestras variables diplomáticas antes de que la patota nos acorrale contra el Océano Pacífico…