Editorial de Freddy Stock, viernes 04 de abril.
Hace 20 años, perdimos a Kurt Cobain… Mañana se cumplen dos décadas de la partida de uno de los grandes próceres del rock’n roll, un hombre que no tuvo sosiego, un tipo vulnerable y sensible de 27 años que decidió que había que escapar a toda costa, que había que huir como sin querer dejar rastro….
Kurt Cobain fue un impulso eléctrico para un rock moribundo, un rock que se diluía en una industria consumida por el marketing, apretada entre el pop y el rock decadente de las bandas glam del Oeste de Estados Unidos. Como un pensador renacentista, Kurt Cobain le puso fin a la Edad Media del rock´n roll, brilló con un sonido honesto, con un canto de vísceras, con una lírica de terrores y verdades.
Unos pocos discos le bastaron para sembrar un estilo y dejar su marca. Si el otro zurdo de Seattle, Jimi Hendrix, le dejó al rock una dimensión distinta de entender la guitarra; Cobain le inyectó una mágica brutalidad, le dio a la guitarra una personalidad compleja, trastornada, de susurros y alaridos.
Su disco unplugged salió después de su muerte. Kurt Cobain estaba rodeado de flores, de velas, en una despedida que fue como su vida, algo pasajera, sutil pero- en su última interpretación- esta vieja canción de fines del siglo XIX, una vida profundamente desgarradora e imperecedera… Bienvenidos a Palabras sacan Palabras