Editorial de Freddy Stock, lunes 20 de marzo.

“Dejen a mi hija tranquila”… Fue el llamado de la Presidenta Bachelet tratando de darle término a la polémica surgida luego de que La Tercera publicara que su hija menor, Sofía Henríquez, es propietaria de media hectárea de un predio desértico ubicado a 12 kilómetros de donde estaría el proyecto minero Dominga.

Según la nota de La Tercera, el paño completo de 6 hectáreas fue comprado por Natalia Compagnon y –citando a Ciper- lo habría hecho esperando que subieran de precio por este proyecto minero.

Entonces, la Presidenta tuvo que dar explicaciones por los 6.5 millones que costó esa media hectárea que deja varias dudas. Primero, que entonces la Presidenta sabía que su nuera se dedicaba al negocio inmobiliario, uno que tiempo después –bajo el nombre de Caval- destruiría el accionar de todo su Gobierno.

Lo otro es la técnica de empate de la oposición ante este hecho ya que, por lo visto, sería mejor negocio que se aprobara Dominga para que ese peladero tuviera una mayor reventa. Y el intendente terminó reprobándolo en un voto decisivo.

Ah, otra cosa, la Presidenta en su conferencia dijo que le habían prometido vista al mar… no sabemos si la nuera le habrá dado alguna explicación al respecto… 


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