Recordamos una noche de alianza juto al mar en Plaza Sotomayor.
Por Carlos Albarracin (Dr. Rock & Roll)
Llevo muchos años cubriendo el festival Rockodromo por radio Ritoque de Valparaiso. Es un ritual que vale la pena vivir. Con mis compañeros ritoqueros coincidíamos que el año 2016 había sido el mas redondo como festival y en cuanto a nuestro trabajo como radio oficial, por lo que veníamos expectantes a ver que nos ofrecía este 2017. Joyas como juntar a Los Mac’s y Aguaturbia en el Teatro Municipal de Valparaíso el miércoles 1, o la serenata que dieron el jueves 2 Isabel y Tita Parra homenajeando a Violeta Parra a 100 años de su nacimiento en la plaza Aníbal Pinto ya endulzaba nuestro paladar pero lo mejor estaba por venir.
El domingo 5 de febrero llegamos a la Plaza Sotomayor un par de horas antes para hacer las notas de rigor en la previa con los involucrados, Jaime Atenas por Congreso y Mario Mutis por Los Jaivas. Ahí nos dimos cuenta lo emocionados que estaban todos los músicos por tocar juntos y revueltos por primera vez en un escenario con la excusa del centenario de Violeta.
El show parte con las dos bandas homenajeando a la ciudad que vio nacer el rock nacional en los 60s haciendo una versión de “Valparaíso de mi amor” de Gitano Rodriguez, para dar paso al show de Congreso, algo así como una hora y 20 minutos donde estrenaron un par de canciones de su próximo disco. Sin pausas se suman Los Jaivas para volver a tocar junto a Congreso el clásico “La Conquistada” y dar comienzo a su show, que incluyó en una hora y media de set un par de piezas de su disco “Obras de Violeta Parra”, tal vez la joya más obscura y subvalorada de los viñamarinos. Luego de eso, reciben a Congreso para hacer entre todos el clásico “Hijo del sol luminoso” y un bis de despedida con el himno del rock chileno “Todos Juntos”, que cerró tal vez uno de los momentos más importantes de nuestra música en lo que va este 2017.
12 mil personas estaban esa noche en la plaza Sotomayor, pero ese número irá creciendo con el correr del tiempo como ocurre siempre con los grandes hitos como este, que tuvimos la suerte de vivir en primera fila.