PUNTERO FANTASMA

Trasandino, el club más quemado de Chile

Trasandino-Audax 1976-1

Liguilla de Promoción 1976
Estadio Nacional
Trasandino 3 – Audax Italiano 2

Si hay un equipo con mala suerte en Chile, ese es Trasandino. Su historia está plagada de episodios irregulares que determinan su situación actual.

Ya vimos cómo en 1961, tras acabar 3° en un torneo que otorgaba 4 ascensos, fue postergado por secretaría en beneficio de Magallanes. En 1963 el TRA terminó 2°, pero ese año sólo subía un equipo. En 1969 fue colista y debió regresar a la asociación amateur de Aconcagua, desde donde retornaría al profesionalismo recién en 1974.

Dos años después todo parecía encaminarse. Trasandino remató 3° y clasificó a una Liguilla de Promoción que sería de infarto. En la foto de arriba se observa la efusiva celebración andina luego de que Fuentes anotara de tiro libre el 3 a 2 definitivo sobre Audax. Abajo, el instante preciso del gol.

Trasandino-Audax 1976-2

Ese tanto le daba a Trasandino provisoriamente el soñado ascenso; en el match de fondo, sin embargo, Huachipato descompaginó todo al encajarle cinco goles a Rangers.

Recién en 1982 -luego de un demencial torneo de Ascenso que reunió a 22 participantes- el TRA subió a Primera junto a otros 8 equipos. Tras 30 años de espera, su debut en la elite fue muy digno (14º entre 22); en 1984, sin embargo, bajaría en un partido de definición otra vez contra Audax, ¡pese a acabar el torneo por encima de 10 equipos y con diferencia de gol positiva!

Al año siguiente Trasandino fue campeón de Segunda, sólo para que sus dirigentes -en una maniobra bien oscura- decidieran entregar la administración del club a la División Andina de Codelco. Para variar, todo salió mal. En 1986, el nuevo Cobreandino y Unión La Calera se convertirían en los primeros y únicos equipos en la historia del fútbol profesional chileno en descender tras un campeonato no oficial (la Copa Polla Gol, para ser precisos).

Hagamos un breve paréntesis. Para entender estos insólitos descensos, hay que recordar que en 1984 la Primera División contaba con 26 participantes, cifra récord para cualquier campeonato del mundo: tantos clubes eran que ese torneo se jugó en dos grupos. En el Ascenso, en tanto, había otros 22 equipos, muchos de los cuales no cumplían con requerimientos mínimos que exigía el profesionalismo. ¿Ejemplos? Victoria, Súper Lo Miranda, Quintero Unido o Iván Mayo de Villa Alemana.

Este despelote determinó una política de jibarización de ambos torneos profesionales consistente en descensos masivos. En 1986 los clubes aceptaron que hubiera 2 descensos en el campeonato de apertura: se dio la paradoja que Trasandino-Cobreandino (campeón de 2ª el ’85) no llegaría siquiera a jugar el torneo oficial de Primera el ’86.

Volvamos al mufado Cobreandino, donde Iván Zamorano comenzaría a perforar redes en Segunda. Bajo ese nombre el club sobrevivió hasta 1992, cuando tras caer de nuevo al amateurismo se fusionó con un nuevo Trasandino surgido en paralelo. El nuevo equipo se llamó Deportes Los Andes, pero recuperaría su denominación tradicional en 1998: para no seguir alargándonos, resta decir que cada año Trasandino es candidato al título de nuestra tercera categoría y al final siempre tropieza -a veces de maneras increíbles- en sus afanes por volver a la Primera B.

Fotos: Óscar Lagos, revista Estadio.


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