Por Jorge I. Lagás
Foto: Getty Images
En una temporada en que hemos tenido grandes festivales, el último mes del año también tiene uno que brilla con luces propias: el Solid Rock, que reúne en el escenario del Movistar Arena a Deep Purple, Cheap Trick y Tesla, héroes del rock de distintas generaciones en una jornada única. La fecha es el viernes 8 de diciembre y mientras quedan las últimas entradas por Puntoticket, nos comunicamos con Ian Gillan, voz emblemática de Deep Purple, que viene una vez más a nuestro país.
Esta vez, traen su más reciente disco de estudio “Infinite” (2017), el número 20 de su carrera, además de sus clásicos de toda la vida. Esto salió de la conversación:
-Ian, ¿cómo los tiene este momento en la carrera de Deep Purple? Nuevo disco, gira mundial, el cariño de la gente…
-Muy bien, de hecho estamos tocando varias canciones nuevas en los shows. Y lo bueno es que funcionan bastante bien, resulta buena la pegada con las canciones más antiguas. Además hay harto espacio para improvisaciones entre cada canción. Es raro, después de todo este tiempo, que se puedan combinar bien las antiguas con las nuevas, pero está pasando y es un buen balance, le da dinamismo a cada concierto que hacemos.
-Ya son 20 discos, toda una vida. ¿Te asombra cuando miras para atrás?
-La verdad es que no miramos para atrás. Solemos mirar para adelante. Cuando me retire, ahí es cuando empezaré a mirar al pasado. En la vida hay muchas cosas pasando, como para estar mirando hacia atrás. Sabemos que la gente tiende a hacer eso, pero nosotros no.
-Lo cierto es que ha sido mucho tiempo y siguen en la actividad. ¿Cuál es su secreto para mantenerse con energía y ganas de hacer cosas nuevas?
-No sabía que había un secreto, jajaja. Para mí es bastante sencillo: es música. Hay una química humana maravillosa en la banda, que hace que esto nunca se vuelva aburrido o repetitivo, nunca. La razón es que siempre hemos tenido un gran influjo de ideas, desde la época de los primeros años, cuando éramos Ritchie (Blackmore), Jon (Lord), Roger (Glover), Ian (Paice) y yo.
-¿De dónde provienen estas ideas, que han alimentado esta máquina?
-Bueno, desde el principio las cosas que nos han inspirado son las composiciones orquestales, el jazz, las big bands, el swing, el rock & roll, la música soul, el sonido Motown, el folk, el blues… toda maldita cosa entra en lo que es Deep Purple, y todo eso venía de cinco personas en 1969, que fue cuando yo entré. Así que creo que si hay un secreto para mantenernos vivos, ese es: la diversidad. Siempre tuvimos la puerta abierta para distintas dinámicas. Por eso los shows son distintos cada noche, aunque el setlist pueda ser el mismo.
-Eso es lo bueno, uno cree que ha visto sus canciones suficientes veces, pero siempre es distinto.
-Recuerdo que una vez Pavarotti me dijo que me envidiaba: “Ian, te envidio. Te he escuchado cantar ‘Smoke on the water’ seis veces y cada vez es distinto. Si yo hiciera eso, con alguna de mis arias, si cambio cualquier cosa, los críticos y el público me crucifican. Tengo que hacerlo exactamente igual todas las noches”. Así que somos afortunados de tener esa libertad.
-Es la gracia del rock and roll. A propósito de público, ¿cuál es tu sentimiento al ver que se ha ido renovando la base de fans, y que ya son los nietos de los primeros fans los que siguen llevando la bandera?
-El público es el combustible que alimenta toda esta maquinaria. Y en todo este rejuvenecimiento que ha tenido, no siento algo en particular, porque no es sentimiento, es un hecho. Tienen mucha energía y es algo maravilloso e increíble, por cierto.
-Una pregunta que puede ser algo difícil: de los 20 discos que ha sacado Deep Purple, ¿tienes un favorito?
-Jajajaja, es divertido porque esta pregunta me pone en problemas. Puedo darte una respuesta ahora, pero si me preguntas mañana, te daré otra. No puedo elegir uno, porque es como elegir un hijo por sobre otro, pero bueno… ‘In rock’. Ese es mi favorito hoy. Mañana será otro.
-Ok, para minimizar el problema, puedes mencionar otros que sean significativos para ti.
-Me gusta ‘Fireball’, casi tanto como ‘In rock’. Aunque es muy diferente. Pero fue muy importante, porque sin ‘Fireball’ no habríamos podido hacer ‘Machine head’. Y sin ‘Machine head’ no habríamos podido hacer ‘Made in Japan’. También me gusta ‘Perfect strangers’, porque fue la reunión. Ehmm… creo que… no sé, me gustan todos.
-Créeme que a todos nos pasa algo parecido. Es todo por ahora, Ian, ¡nos vemos en Chile!
-Seguro, ¡saludos a todos mis amigos chilenos! No falten.